MNCT – 934 Un rasgo óptimo para la creatividad y el éxito
“El descubrimiento consiste en ver lo que todo mundo ve y pensar lo que nadie ha pensado.”
– Albert von Szent-Gyorgyi
[Alerta – este tip contiene información sobre la trama del libro / película ‘Divergente’, ¡aunque no hay nada que pueda arruinar tu diversión tanto como el saber que ya hay dos secuelas en camino!]
El día de ayer, mi esposa y yo fuimos a ver la película “Divergente”, basada en el bestseller de Veronica Roth que mis hijas y yo disfrutamos tremendamente. La heroína, Tris, ha sido identificada como “divergente”, una condición peligrosamente subversiva para una sociedad que aboga por el compromiso tribal basándose en rasgos de personalidad singulares (puedes escoger entre ser amistoso, valiente, honesto o sacrificado).
Sin embargo en nuestra cultura, el pensamiento divergente ha sido identificado como “un rasgo óptimo para la creatividad y el éxito”. De acuerdo con Wikipedia:
El pensamiento divergente es un proceso de pensamiento o método utilizado para generar ideas creativas mediante la exploración de muchas soluciones posibles. Frecuentemente se utiliza junto con el pensamiento convergente, ese que sigue un conjunto particular de pasos lógicos para llegar a una solución “correcta”. Típicamente, el pensamiento divergente ocurre de manera espontánea, fluyendo libremente, así muchas ideas son generadas de manera emergente cognitiva. Se exploran muchas posibles soluciones en un corto periodo de tiempo, logrando conexiones inesperadas.
Puesto que el pensamiento divergente parece inusual e incluso difícil de lograr, en nuestra cultura hemos desarrollado prácticas y procesos para fomentarlo, desde la práctica de la meditación y la de llevar un diario hasta los mapas mentales y la visualización. Pero el “pensamiento divergente” es, de hecho, un uso natural de nuestra mente – la manera en que la mente trabaja cuando no estamos pensando demasiado las cosas en un intento desesperado por encontrar la manera “correcta” de proceder.
Por ejemplo, si alguna vez has soñado despierto, has estado “practicando” pensamiento divergente – conectándote a un flujo de pensamientos que se da sin esfuerzo alguno y por asociaciones y revelaciones más que por el seguimiento de un conjunto de pasos lógicos de una idea a la otra.
Similarmente, si alguna vez has batallado con un problema, lo has “consultado con la almohada”, y después has despertado con un nuevo nivel de claridad al respecto o incluso con una solución ya completamente formada, has estado haciendo uso de tu capacidad mental innata de pensamiento “divergente”.
Para entender mejor cómo funciona, regresemos al mundo de la película. Para probar a los nuevos miembros de la tribu “Dauntless”, se ha creado un simulador que los hace enfrentarse de manera imaginaria a sus peores miedos, y superarlos. Los típicos pensadores “convergentes” buscan herramientas que pudieran utilizar – pedazos de metal para atorar en las orillas y evitar que las paredes de un cuarto de metal los aplasten, o un palo para encender con fuego y asustar una parvada de furiosos cuervos.
Pero nuestra heroína divergente encuentra una manera más fácil de logrado. Cada vez que se encuentra en el simulador, en algún momento, ve su propio reflejo. En ese momento, se da cuenta de que sus peores miedos no son reales – son sólo parte de la simulación. Así puede romper paredes imaginarias, caminar a través de fuego imaginario, y despertar ilesa de cada simulación.
Y esto es notablemente similar a cómo nosotros despertamos el poder creativo del pensamiento divergente en nosotros mismos. En vez de encontrar maneras nuevas, y empoderadas de lidiar con nuestros miedos y obstáculos, despertamos a lo que en realidad son – proyecciones de nuestra mente – y seguimos avanzando en dirección de nuestros objetivos y sueños sin vernos afectados.
Es así de sencillo. Cuando te das cuenta de que sólo estás imaginando la profundidad y la envergadura de lo que te detiene, eres libre de seguir avanzando, generando soluciones y posibilidades a una velocidad que aquellos que siguen atorados en sus limitaciones imaginarias no pueden etiquetar más que de “divergente”…
¡Diviértete, aprende montones, y se impresionante!
Con todo mi amor,
Michael
