MNCT 938 Descargando la Sabiduría.

MNCT 938 Descargando la Sabiduría.

“Lo que importa no es lo que miras, sino lo que ves.”

– Henry David Thoreau

 

Una de las cosas más emocionantes que he visto en el cine es la escena de The Matrix en la que Neo le pregunta a Trinity si ella puede volar un helicóptero. Su respuesta es “Todavía no”- y en ese momento cierra los ojos y recibe una descarga de fuera de la matriz que le permite no sólo volar el helicóptero, sino hacer estragos sobre las maquinas del mal mientras lo hace.

Algunos años después de que se estrenara la película, vi una edición especial que salió en DVD que tenía un “Comentario filosófico” de Ken Wilber y el Dr. Cornel West. Fue alentador para mi saber que por lo menos algo del impacto que la película tuvo se debió a lo cuidadosamente que fueron investigados los temas que presentaba y que hacían eco de las tradiciones de sabiduría de la filosofía perenne, aún si el resto de su éxito se puede atribuir a actores sexis y andróginos vestidos con trajes de cuero brillante que hacían cosas increíbles con ametralladoras y motocicletas Ducati.

En resumen, si bien la película era fantasía pura, la idea de que la mayoría de la gente vive en en una realidad creada 100% por el pensamiento e ignorando por completo que hay otro mundo que existe más allá de su pensamiento personal es un hecho puramente espiritual. Y si bien todavía no recibo ninguna descarga que me permita volar un helicóptero o realizarle una cirugía en el cerebro a un lemur epiléptico, la manera en que vivo mi vida (y en particular la manera en que llevo a cabo mi show de radio, mi coaching uno a uno, y mi trabajo de grupo) es casi enteramente dependiente en esa capacidad de la mente en particular.

He aquí un dibujo un poco torpe de cómo los principios detrás de la experiencia humana trabajan en conjunto con nuestro cerebro para crear nuestra experiencia de vida:

En una perspectiva limitada, sólo somos conscientes de nuestro propio pensamiento, pero nos da la impresión de que es la verdad objetiva aunque nada más exista en nuestros pensamientos. Después, conforme nos vamos expandiendo a otro nivel de consciencia, caemos en cuenta de la naturaleza subjetiva de nuestros pensamientos, que suelen ser diferentes a los de otras personas. Al expandirnos todavía más, empezamos a ver dos tipos diferentes de pensamientos – aquellos que vienen de nuestro cerebro (es decir nuestra memoria y nuestro conocimiento recibido) y aquellos que parecen descargarse a nuestro cerebro (es decir la inspiración, la intuición y la sabiduría).

Una comprensión todavía más profunda nos revela que vivimos en un mundo de Pensamiento – de hecho, no estamos diseñados para experimentar nada más. Este es el primer reconocimiento de la “matriz humana” – que las cosas definitivamente no son lo que parecen, sin importar cuan reales se vean, sepan, huelan, suenen y se sientan. Más allá de la matriz humana está la “Mente universal” más profunda – la inteligencia y energía detrás de la vida, o si así lo prefieres, el espacio dentro del cual se va desarrollando la vida.

Para el tip de hoy, me voy a enfocar en una capacidad de la mente en particular – su rol como conducto de una sabiduría más profunda que puede informarnos y guiarnos a través de nuestra vida. Para entender esto por ti mismo, he aquí una pregunta clave:

¿Qué haces cuando no sabes qué hacer?

La mayoría de nosotros tenemos nuestros “movimientos propios” – los hábitos de pensamiento que nos han traído hasta donde estamos hoy en nuestra vida. Para algunos, su movimiento propio es buscar consejo fuera de si mismos. Otros prefieren analizar el problema desde todos los ángulos posibles, acumulando información en un esfuerzo por formar una perspectiva más holística que aquella con la que empezaron. Otros más se dejan atrapar por pensamientos que los sobrepasan y prefieren desconectarse, ahogando sus penas en jarras de cerveza o hipnotizándose a si mismos frente a parpadeantes pantallas de la matriz humana hasta quedar insensibles.

Pero en mi experiencia de casi 25 años trabajando con personas de alto rendimiento en todas las áreas de la vida, he visto que la gente que prospera de manera consistente se ha topado, de alguna manera, con el secreto de cómo descargar sabiduría. Han aprendido a desconectar su pensamiento personal lo suficiente como para que se abra el espacio necesario para que una sabiduría más profunda pueda fluir hacia ellos. Sucede en la regadera, en el gimnasio, o manejando al trabajo; caminando en la naturaleza o tomando un café. Para algunos toma más la forma de un ritual formal – una práctica de meditación en un cuarto ensombrecido, o una oración a algún poder superior y la rendición del individuo en pos de una guía divina.

Lo que es consistente es que han aprendido o han intuido que mientras que las respuestas a preguntas de hecho (“¿Cómo llego a Carnegie Hall? ¿Cuál es la temperatura de ebullición del agua?”) se pueden buscar en una base de datos, las preguntas más abiertas (“¿Cómo hacemos que la empresa crezca sin desbordarnos? ¿Qué hacemos con respecto a Ferguson o el Medio Oriente?”) se contestan mejor desde una parte más profunda de la mente.

Recientemente escuché una historia de que Syd Banks, el hombre que articuló por primera vez estos principios después de una experiencia de iluminación, le comentó a un amigo con tristeza “Siempre le digo a la gente que mire hacia adentro – ¡pero nunca lo hacen!”

He aquí lo que he visto por mi mismo:

En el momento en el que dirijo mi atención hacia adentro y permito que mis pensamientos vaguen, pensamiento nuevo y fresco empieza a fluir hacia y a través de mi.

No siempre es brillante y no siempre es sabio – pero mientras más miro en esa dirección, más claramente veo, más fácil es diferenciar, y con más frecuencia sé exactamente qué hacer.

Con todo mi amor,
Michael

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