MNCT 997 – 51%.

MNCT 997 – 51%.

“Si tenemos un átomo en estado alterado y que va a emitir un fotón, no podemos decir cuándo va a emitir el fotón.  Tiene una cierta amplitud para emitir el fotón en cualquier momento, y sólo podemos predecir una probabilidad de emisión; no podemos predecir el futuro exacto.”

– Richard P. Feynman

La semana pasada, como parte de nuestra investigación continua del curso que estoy dando con el Dr. George Pransky llamado “La Ventaja Emprendedora”, tuve una conversación maravillosa con un “super-preneur” (súper emprendedor).  El tipo es un ejemplo de cómo la mente emprendedora puede llevarnos al éxito sustentable a largo plazo, definido por investigadores como Marcus Buckinham como “estar en la cima de tu campo, o cerca de ella, durante por lo menos veinte años”.

Lo que estábamos tratando de encontrar durante nuestro tiempo con él era lo que George llama la “plataforma psicológica” – el funcionamiento interno que lo llevó al éxito, y no el consejo conductual que otros pudiesen retomar al “copiar” sus estrategias o acciones.

Como sucede con la mayoría de las personas exitosas con las que he hablado y trabajado durante estos años, él no tenía idea de por qué pensaba y actuaba como lo hacía, incluyendo el acechar implacablemente a personas que pensaba que podían ayudarlo, el conseguir y perder múltiples empleos de alto nivel sin perder el entusiasmo, y finalmente inventar una industrial multibillonaria.

Las explicaciones que dio con respecto a su habilidad para perseguir lo que desea sin que lo detengan lo que yo llamaría ´rechazo´ y ´fracaso´ incluían “Para mi es fácil porque crecí durante la era de Vietnam”, “La mayoría de la gente no quiere pedirle a otros que hagan compromisos de dinero” “Cada vez que me despedían, compraba un traje nuevo”.

Al avanzar la conversación, fuimos profundizando.  Habló de su genuino deseo de conseguir un trabajo significativo en una industria que le gustaba y su tenacidad de seguir adelante – rasgos útiles, sin duda, pero definitivamente parte de los resultados de la ecuación de adentro hacia afuera.  Habló de un coach de baseball que tuvo en la escuela, quien le enseñó a los niños a tener experiencias significativas “con el bat” en vez de concentrarse en los resultados cada vez que tenían que batear.

Y entonces se me ocurrió una pregunta que hizo que todo lo que había estado diciendo se aclarara:

En una escala del 0% al 100%, ¿qué tanta influencia tienes en cuanto a cómo salen las cosas?

Sin titubear contestó “51%”.  Subrayó que no sólo había logrado todo lo que había logrado con un “control del 51%”, sino que teniendo esas probabilidades, estaría dispuesto a apostar por si mismo  en diez de cada diez ocasiones.

Si bien no me he puesto a hacer cálculos (y tampoco necesariamente creería en ellos si los hubiera hecho), el 51% de control con respecto a los resultados me parece justo.  En el éxito hay un increíble número de factores que están fuera de nuestro control, incluyendo el medio ambiente o la cultura en la que estamos trabajando, el comportamiento de otros en ese medio o cultura, nuestro nivel de habilidad en el momento, el nivel de competencia al que nos estamos enfrentando día a día y, por lo menos en mi mente, el “voluble dedo del destino”.

Pero las pocas cosas que están, por lo menos de manera general, bajo nuestro control, que incluyen:

nuestro entendimiento del impacto que tiene el pensamiento y nuestro estado mental en nuestro actuar.

el que nos presentemos o no al juego y qué tan presentes estemos al llegar.

lo que decimos o callamos y lo que hacemos o dejamos de hacer

nuestra actitud hacia los que nos rodean

nuestra capacidad de aprender de lo que sucede

nuestra capacidad de resiliencia – de recuperarnos por completo de toda adversidad

son más que suficientes para hacer la diferencia a largo plazo.

Si creo que los resultados dependen de mi en un 80%, probablemente trabaje muy duro para alcanzarlos, pero me desilusionaré fuertemente de mi mismo cuando las cosas no vayan como yo quiera. Con el tiempo me convertiré en un controlador obsesivo, en una persona que se fija metas por sobre su propia capacidad y vive estresada.

Si creo que alcanzar resultados depende de mi en un 20%, probablemente haga lo mínimo necesario para no perder mi trabajo y mantener mi cabeza fuera del agua, sintiéndome afortunado cuando las cosas vayan como yo quiero y desconectado de las personas que me rodean y de las tareas a realizar.

Pero el que lo resultados dependan de ti en un 51% es diferente.  No te garantiza nada, pero sí:

te da control sobre el consejo de administración de una compañía

te sacará de un casino en cualquier parte del mundo

te da una razón para estar completamente presente sin someterte a ti mismo con ningún tipo de presión indebida ni con expectativas para triunfar.

Te permite dedicarte por completo a tus proyectos sin preocuparte por los detalles de cómo resultarán las cosas.  Te aleja de planes, esquemas y programas y te dirige hacia oportunidades de involucrarte en el juego y sobresalir en él.

Saber que el camino es casi siempre impredecible e incontrolable te libera de la presión de tratar de predecir y controlar el futuro y afirma tu atención en el aquí y el ahora, gozando de “calidad en el bat”, sabiendo que el resultado se hará cargo de si mismo.  Ya no estás jugando tanto para ganar, sino jugando con las probabilidades, permitiendo que cada situación saque algo nuevo de ti y aprendiendo en el camino.

Un pensamiento final:

Cuando expuse la idea del “51%” en una plática sobre liderazgo este fin de semana, alguien en la audiencia preguntó si era algo similar a “volar con el asiento de tus pantalones” (expresión que apunta a la capacidad de acción basada en la intuición y el instinto acerca de lo que el momento necesita y no tanto de acuerdo a lo que los instrumentos tecnológicos o la teoría dictan).

Después de un momento de reflexión, respondí que sí es como volar con el asiento de tus pantalones, pero con un detalle – ¡la comprensión de que tus pantalones están hechos para volar!

Con todo mi amor (y que las probabilidades estén siempre a tu favor),

Michael

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