MNCT 954 No, de verdad… (Parte 2)

MNCT 954 No, de verdad… (Parte 2)

 

“Hay unicamente dos errores que uno puede cometer a lo largo del camino hacia la verdad; no caminarlo completo , y no empezarlo”.

-Buddha

 

La semana pasada compartí un par de historias sobre revelaciones que he tenido en los últimos meses acerca de la naturaleza de dentro hacia afuera de nuestras realidades personales. (Si te perdiste la primera parte, la puedes leer aquí.)

Aunque cada una de estas ideas era fresca, también me eran familiares – cosas que había visto antes pero cuyas implicaciones no había comprendido, lo cual me llevó a la conclusión de que a veces lo mejor que puedo hacer es repetir las mismas ideas que compartí en The Inside-Out Revolution:

  • La mente funciona como un proyector, no como una cámara
  • Vivimos el sentimiento de nuestro pensamiento, no el sentimiento del mundo
  • La “realidad” cambia cuando se ve desde diferentes niveles de comprensión
  • En todo momento estamos a tan sólo un pensamiento de una experiencia completamente diferente de estar vivo

Sólo que esta vez, voy a añadir las palabras “No, en serio …”

Aquí hay otra experiencia reciente que ilustra cómo incluso un “experto” como yo puede ser completamente arrastrado por la ilusión de afuera hacia adentro:

Soy un gran creyente del coaching, y he gastado cientos de miles de dólares de mi propio dinero en contratar a las mejores personas en el campo para apoyarme en la creación de una carrera impactante y una vida feliz y con sentido.

Al atravesar un momento difícil en mi negocio a principios de este año, me dirigí a uno de los coaches que había contratado y le pregunté “¿Cómo manejan cosas como esta las “personas reales”?” Después de todo, me dije a mí mismo, si yo estaba batallando tanto con una empresa relativamente pequeña sabiendo lo que sé acerca de la naturaleza y el poder de la mente, el pensamiento y la conciencia, ¿cómo hacen frente los directores de negocios y personas de alto desempeño “menos ilustradas” a los desafíos que se les presentan y que deben ser por lo menos de diez a cien veces más grandes que los míos?

Cuando respondió “Lo hacen de forma variable,” tuve una gran revelación. Me di cuenta de que la pregunta que había estado formulando no era una pregunta práctica de negocios, a lo largo de las líneas de:

  • ¿Cómo gestionan otros propietarios de negocios los problemas de flujo de efectivo?
  • ¿Cómo gestionan otros propietarios de negocios los problemas de flujo de trabajo?
  • ¿Cómo gestionan otros propietarios de negocios los problemas de servicio al cliente?
  • ¿Cómo gestionan otros propietarios de negocios los créditos pendientes de pago?

Lo que en realidad había estado preguntando era:

“¿Cómo manejan otros propietarios de negocios el estrés que trae la gestión de una empresa?”

En ese momento, tuve una revelación completamente al estilo “¡Doh!” de Homer Simpson. Durante meses había estado pensando que mi comprensión de los principios me había estado ayudando a afrontar y mitigar el estrés inherente a la gestión de un negocio. Había perdido completamente de vista el hecho de que no hay tensión inherente en la gestión de un negocio.

Para dar sentido a esa afirmación, permítanme compartir el momento en que llegué a ver que yo podía haber sido un gran espía …

Durante muchos años pensé que, por mucho, el peor trabajo en el mundo para mí habría sido “espía”. Soy cómicamente malo para mentir, y la idea de que tendría que ganarme la vida mintiendo y, lo que es peor, arriesgando mi vida al límite para hacerlo me parecía la ocupación más estresante que se pudiera imaginar.

Hasta que un día, estando sentado en la terraza de mi oficina disfrutando de la sensación del sol en mi cara y recreándome en un sentimiento de profunda paz interior, se me ocurrió una nueva idea:

“¿Qué pasaría si yo fuese un espía, pero pudiera sentirme así siéndolo?”

La verdad es que no hay un “sentimiento” inherente a cualquier empleo o descripción de trabajo. Si no fuera por nuestro pensamiento, el ser un espía no sería ni más ni menos estresante que el ser un contador público.

Nuestra experiencia de la vida es creada al 100% por nuestro pensamiento, momento a momento y pensamiento a pensamiento.

Sé esto no sólo intelectualmente, sino por experiencia. Me he sentido totalmente a gusto en el escenario frente a miles de personas y he estado aterrorizado al invitar a mi esposa a nuestra primera cita. He trabajado con inversores responsables de cientos de millones en activos, directores responsables de decenas de millones en presupuestos, y directores de empresa responsables por el bienestar y el trabajo de miles de empleados. A veces se asustaban mucho por una coma fuera de lugar en un correo electrónico; otras veces su trabajo no lo estresaba más de lo que se estresaría un barista vertiendo su centésima taza de capuchino del día.

Este es el poder invisible del pensamiento en acción. Hace una montaña de un grano de arena, hace un drama de un plazo, y puede crear estrés en medio de un campo de flores en un día soleado. También puede convertir la crisis en oportunidad, el conflicto en conexión, y tallar ventanas y puertas en los bordes de nuestro mundo. En pocas palabras, el pensamiento es la fuerza creativa detrás de la forma de vida; el eslabón perdido entre el potencial sin forma de la mente y las realidades separadas que todos vivimos y dentro de las que trabajamos.

En el momento en que me di cuenta de que había estado tratando de pensar mi salida de problemas que se hicieron totalmente de Pensamiento, tuve esa bendita sensación de liberación que tan a menudo acompaña a una revelación. No tenía que mejorar en la mitigación de mi estrés; sólo tenía que profundizar mi comprensión acerca del origen del estrés.

Al reflexionar sobre el año pasado y esperar el próximo, se me ocurre que no puedo establecer una más noble ni práctica meta – ir más profundo en mi propia comprensión de los principios detrás de la experiencia humana y mejorar mi capacidad de identificarlos en acción en mi vida y en todo lo que me rodea. Al igual que con todas las verdades de la vida, no hay nada que hacer, pero hay algo que ver – los principios en acción en mi vida y en el mundo, momento a momento, día a día, y pensamiento a invisible pensamiento.

Por favor, comparte sus reflexiones y percepciones en el grupo FB Inside-Out y ¡que el próximo año esté llenó de alegría, paz, prosperidad y comprensión!

Con todo mi amor,
Michael.

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