MNCT 996 – Tres Niveles de Despertar a la Vida

MNCT 996 – Tres Niveles de Despertar a la Vida

 

Tenemos el trabajo más maravilloso del mundo.  Encontramos gente en diferentes estados de adormecimiento.  Luego tocamos sus hombros y estamos con ellos mientras despiertan a toda la magnificencia de la vida.”

– Syd Banks

Quizá sea sólo producto de la emoción que me provoca el pasar el fin de semana con mis hijos, pero me desperté esta mañana pensando acerca de “despertar” en tanto que metáfora para el camino espiritual.  De acuerdo con la mayoría de las enseñanzas místicas, los seres humanos estamos dormidos respecto a nuestra naturaleza, y en cambio vivimos un en mundo imaginado, ilusorio, creado de pensamiento.

A este mundo ilusorio se le conoce como “maya” en muchas enseñanzas hindus y budistas, y a veces se le representa como una bellísima tentadora; en el Kabbalah, nuestro verdadero ser se nos esconde tras el “velo de Paroketh”.  Cuando en algún taller hablo con gente al respecto, el punto de referencia más común es la película “Matrix”, que trae a la vida la metáfora espiritual de forma deliberada con la historia del reacio héroe que descubre que ha sido enchufado a una matriz generada por computadora y despierta al hecho de que en realidad él es “el elegido” que ha venido a destruir la ilusión y a despertar a la gente a la verdad de la vida.

Mi trabajo como coach transformational es, a veces, despertarme a mi mismo y a otros a nuestra verdadera naturaleza y a niveles más profundos de sentimiento que existen más allá de nuestras emociones diarias.  A veces lo describo en términos de niveles de conciencia – tres niveles de “despertar” a la vida:

Nivel Uno – Despertar al hecho de que estamos dormidos

En la película “Sospechosos Comunes”, Kevin Spacey cita a Beaudelaire diciendo que “el mayor engaño que el diablo ha logrado es convencer al mundo de que no existe”.  De la misma manera, la razón primordial para que la gente permanezca dormida es que están 100% convencidos de que ya están despiertos.

Así lo describe el sabio iluminado Jiddu Krishnamurti:

Por un momento, aunque sea sólo de manera imaginaria, miremos el mundo desde un punto de vista que revele el funcionamiento interno y externo del hombre, sus creaciones y sus batallas; y si puedes hacerlo por un momento en tu imaginación, ¿qué ves extenderse ante ti?

Ves un hombre aprisionado por innumerables muros, muros de religión, de limitaciones sociales, políticas, nacionales, muros creados por sus propias ambiciones, aspiraciones, miedos, esperanzas, seguridades, prejuicios, odio y amor.  Esta encerrado dentro de estas barreras y prisiones, limitado por los coloridos mapas de fronteras nacionales, de antagonismo raciales, de luchas de clases, de distinciones de grupos culturales.  Ves un hombre aprisionado por todo el mundo, encerrado por las limitaciones, los muros de su propia creación.  A través de estos muros y a través de estos encierros está tratando de expresar lo que siente y lo que piensa, y ahí dentro funciona con alegría y con tristeza.

Ves al hombre como prisionero a lo largo y ancho del mundo, aprisionado por los muros de su propia creación, dentro de los muros que él ha fabricado; y a través de estos recintos, a través de estos muros de ambiente, a través de la limitación de sus ideas, ambiciones y aspiraciones, – a través de ellos está tratando de funcionar, a veces exitosamente, y a veces con odioso esfuerzo.

Y al hombre que logra sentirse cómodo dentro de esta prisión lo llamamos exitoso, mientras que al hombre que sucumbe dentro de la prisión lo llamamos fracasado.  Pero tanto el éxito como el fracaso están dentro de los muros de la prisión.

Así que la primera cosa ante la que debemos despertar es al hecho de que estamos dormidos – que vivimos en una realidad creada por pensamiento pero creemos que vivimos en un mundo objetivamente ´real´.  Una vez que empezamos a ver la naturaleza de adentro hacia afuera de nuestra experiencia, una nueva posibilidad se abre ante nosotros…

Nivel Dos – Despertar dentro del sueño

Recuerdo haber leído un libro cuando era adolescente llamado “Sueños lúcidos en 30 días”.  La idea era que al empezar a entender el estado de sueño a un nivel profundo, podíamos aprender a despertar dentro de nuestros sueños.  Una vez despiertos dentro del sueño, la increíble libertad de la mente dentro del sueño nos permitiría tener aventuras extraordinarias, desafiar la ley de la gravedad (y en algunos casos las leyes de la tierra) mientras volábamos a través de nuevos mundos en vehículos imaginarios.

En la vida, cuando empezamos a despertar al hecho de que estamos soñando, nuestro mundo empieza a volverse menos fijo y más fluido.  Así como H2O que cambia de forma de hielo a agua, empezamos a notar que tanto pasado como futuro son paisajes siempre cambiantes.

Una de las primeras veces que noté esto por mi mismo me resultó tanto increíblemente mundano como increíblemente profundo.  Mi esposa Nina y yo tuvimos una discusión acerca de quién se suponía que tenía que haber traído a casa la leche para nuestro té de la tarde.  Salí de la casa murmurando lo ocupado que estaba y lo injusta que era la vida, cuando de pronto se me ocurrió un nuevo pensamiento:

“Me pregunto si seguiré sintiéndome así en cinco minutos…”

Este era un concepto radical para mi, puesto que había asumido que cualquier enojo acerca de algo tan importante como la leche para el té duraría, por definición, por lo menos uno o dos días.  Conforme me acercaba al supermercado tuve otro nuevo pensamiento:

“Me pregunto si Nina seguirá enojada cuando vuelva a casa…”

Esto me estaba empezando a hacer sentido, pues sabía que vivimos en el sentimiento de nuestro pensar y que los pensamientos son, por naturaleza, transitorios.  Para cuando me volví a meter al auto para regresar a casa estaba, de hecho, emocionado de averiguar lo que Nina y yo estaríamos pensando y sintiendo después de unos minutos.

Resultó que ambos recordamos que estamos muy enamorados y compartimos una de las mejores tazas de té en la historia del té.

Así como el H2O cambia de agua a gas, la naturaleza de nube de nuestras realidades creada por pensamiento implica que también pueden desaparecer por completo, revelando un “cielo” de momento presente, de potencialidad pura.  Nunca estamos realmente atorados en la circunstancias que creemos que tenemos que superar, simplemente porque:

No podemos atorarnos en circunstancias; sólo podemos atorarnos en nuestro pensamiento.

En el momento en el que volvemos a despertar a la naturaleza de ensueño, la naturaleza de adentro hacia afuera de nuestra experiencia, nuestra realidad creada por pensamiento puede cambiar completamente y pasar de la perdición a la esperanza.  El potencial creativo infinito del momento presente es nuestro arenero de juego y nos sorprendemos, nos deleitamos a nosotros mismos con las posibilidades que se nos vienen a la mente.

Nivel Tres – Despertando del sueño

No estoy iluminado (¡pregúntenle a mi esposa!), pero me encanta leer y escuchar descripciones de experiencias de iluminación.  El consenso general parece indicar que a) son aparentemente arbitrarias y completamente impredecibles, b) duran desde un par de segundos hasta un par de días, y c) nada cambia pero todo es diferente.  Como dice el autor budista Jack Kornfield, “Después del éxtasis, la ropa sucia.”

Syd Banks, el soldador escocés cuya experiencia de iluminación duró (de acuerdo a su propia descripción) unos tres segundos en tiempo real pero cambio su vida (y la mía) para siempre, describe su experiencia de despertar en este video:

Si bien tener una experiencia “nivel tres” puede o no sucedernos en esta vida, todo ser humano tiene el potencial de despertar a la existencia del sueño.  Y en mi experiencia, tan limitada como pueda ser, cada momento que pasamos despiertos vale lo que muchas vidas de sueño inconsciente.

Con todo mi amor,

Michael

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