MNCT 936 El elemento indestructible en uno mismo.

MNCT 936 El elemento indestructible en uno mismo.

“Teóricamente, hay una perfecta posibilidad de felicidad: creer en el elemento indestructible dentro de uno mismo y no esforzarse en alcanzarlo.”

– Franz Kafka

 

Estoy llegando al final de un increíble par de semanas en Escandinavia, trabajando con cinco grupos diferentes durante un periodo de tres días. Estos grupos estaban compuestos de directores generales, funcionarios de gobierno, atletas, entrenadores, coaches y consultores, muy pocos de los cuales hablaban inglés como primer idioma.

Sin embargo, a pesar de tantas variantes, hubo algo que todos los grupos tuvieron en común: no mucho después de que empezamos a hablar de la naturaleza de Mente (la inteligencia universal), Pensamiento (el potencial creativo infinito) y Conciencia (nuestra capacidad de experimentar y de tener un entendimiento profundo), su pensar se fue asentando y el cuarto se llenó de un palpable sentido de espacio y de silencio. Mientras conversábamos en ese silencio, las personas empezaron a tener revelaciones acerca de sus circunstancias, sus relaciones, y ellos mismos. Con un brillo en los ojos, se hicieron nuevas conexiones, los extraños se convirtieron en amigos, y los amigos fortalecieron sus lazos en cuestión de horas.

La amplitud de espacio en la que la gente se sintió es, hasta donde puedo decir, nuestro estado natural – como una configuración de fábrica para la mente humana. Es el asiento del potencial humano – una especie de “campo base” desde el cual uno puede avanzar y explorar el mundo. Así es como he escrito al respecto en otras ocasiones.

Hay una parte de nosotros más profunda que permanece sin cambio sin importar lo que nuestro cuerpos y personalidades han pasado en la vida. Es el bienestar innato con el que nacemos; la sabiduría innata que nos ha guiado en los momentos clave de nuestras vidas cuando de pronto la respuesta sobre lo que debíamos hacer parecía venir de otro lugar fuera de nuestra conciencia normal, y sin embargo absolutamente cierta y verdadera.

Cuando e
stamos en contacto con ese lugar tenemos un sentido de expansión y posibilidad. El mundo se siente vasto, y sin embargo nos sentimos aptos par enfrentar el reto de vivir en el porque nosotros también, en este nivel de entendimiento, somos vastos. Es el lugar donde ocurren los milagros, las sincronicidades predecibles, “trayéndonos incidentes inesperados, encuentros y material de asistencia que ningún hombre hubiera podido soñar que vendría a su encuentro.”

Desde este lugar, sentimos que podemos comernos el mundo porque, de una manera muy real, somos el mundo.

Esta parte más profunda de nosotros mismos no cambia, y existe más allá de cualquier juicio personal o tribulaciones podamos enfrentar. Es lo que Syd Banks describió como “conciencia pura, no contaminada por pensamiento pernos”; lo que Franz Kafka llamaó “el elemento indestructible dentro de uno mismo”. Y mientras más tiempo pasamos conectados con esa parte de nosotros, más hermosa se vuelve nuestra vida y el impacto que tiene.

Con todo mi amor,
Michael

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