MNCT 957 – Por qué la paz es siempre posible.

MNCT 957 – Por qué la paz es siempre posible.

 

“Cuando has visto más allá de ti mismo, entonces puedes ver, la paz mental te espera ahí.”

– George Harrison

 

Anoche, mi esposa y yo vimos la película Cake, con Jennifer Aniston. Es la conmovedora, perturbadora y ultimadamente esperanzadora historia de una mujer que sufre un terrible accidente automovilístico que la deja sin hijos y con dolor crónico. Al reflexionar sobre la naturaleza del perdón y la resiliencia en preparación para nuestras próximas pláticas en febrero, la historia ha despertado una pregunta en mi interior:

Sé de cierto que puedo resurgir del estrés, del sentirme sobrepasado, de la depresión, de la ansiedad, de la enfermedad, de los retos en las relaciones y de las dificultades financieras – pero ¿qué hay de las cosas fuertes? ¿Qué hay de la bancarrota, el divorcio, las enfermedades terminales y el suicidio? ¿Qué si fuese nuestro hijo? ¿Qué si ese fuera mi dolor?

A veces siento una cierta arrogancia al hablar de la resiliencia en tanto que innata – que todos podemos recuperarnos de cualquier circunstancia y volver a la vida “como nuevos”. Después de todo, no necesariamente he pasado por lo que tú has pasado y ciertamente no me he sentido como tú te sientes.

Y sin embargo he visto evidencia de la salud innata que todos tenemos en nuestro centro a lo largo de mi vida y mi carrera como maestro y coach. Mientras que algunas personas nunca se recuperan completamente de la pérdida y otros males y siguen su vida “más tristes pero más sabios”, con una coraza fortalecida, otros genuinamente florecen. Pueden seguir sintiendo tristeza, pero es dulce, no amarga; rica y no agria. Sus ocasionales exabruptos de enojo llegan a ser un recordatorio de su poder y sus posibilidades, no un descenso al odio y la desesperación.

He experimentado en mi mismo un camino de veinte años de la depresión suicida al malestar general a un tristeza altamente funcional y a una felicidad de santa madre de Dios. Realmente no pensé que fuera posible regresar a la alegría y el bienestar que experimenté cuando niño, y amo, amo, amo el haberme demostrado a mi mismo que estaba competa y brutalmente equivocado.

Cuando la gente me pregunta “cómo” lo hice, invariablemente me encuentro con la misma respuesta – no hay nada que hacer, pero hay algunas cosas que ver…

1. El bienestar es quien eres, no es algo que ganas y pierdes

No hubo nadie más sorprendido que yo cuando caí en cuenta de que el sentido de paz y bienestar con el que nací seguía dentro de mi después de cuatro décadas de una vida turbulenta. La frase “una nuevo comienzo de vida” tomó sentido y una nueva oportunidad, en mi caso sin necesidad de hacer cambios dramáticos en el exterior, se volvió una realidad.

En tus momentos más callados, ¿puedes sentir la calma bajo tu pensamiento? ¿Puedes tocar la paz en el lugar más profundo de tu corazón antes de que dé inicio la próxima repetición de tu historia de dolor y dificultad?

No es que la vida no sea difícil o que no sucedan cosas malas. Es que quienes somos – la salud mental y el bienestar en nuestro centro – es eterno, inmortal, universal, e infinito.

2. El Pensamiento es una energía transitoria, siempre presente pero continuamente cambiando de forma

El entendimiento fundamental al corazón de The Inside-Out Revolution es este:

Vivimos en el sentimiento de nuestro pensamiento, no en el sentimiento de nuestras circunstancias.

¿Que se interpone en nuestro camino de experimentar nuestra paz mental innata? La siempre cambiante experiencia de nuestro pensamiento momento a momento. No son únicamente los pensamientos que escuchamos dentro de nuestra cabeza en forma de dialogo interno – son la materia prima de la “realidad” aparentemente real dentro de la cual vivimos y por la que hacemos nuestro mejor esfuerzo por navegar.

Pero nada hecho de pensamiento es real, en el sentido en el que el pensamiento es energía transitoria, siempre presente pero continuamente cambiando de forma. Cuando empezamos a ver chispazos de la naturaleza – hecha de pensamiento – de nuestra de realidad (como chispazos en la matriz), nos volvemos a abrir al espacio de bienestar que hay en el fondo.

3. No hay “cosas fuertes”

En otros textos he compartido la historia del comediante que quería contratarme para ayudarlo a prepararse para un “espectáculo muy importante”. La suma total de mi coaching fue señalar hacia el hecho de que estaba haciendo la distinción “muy importante”, y al creérsela estaba inventando una serie completa de retos adicionales que hacía parecer que necesitaba ayuda externa para sobrepasarlos.

Si bien existen en mi vida ciertas cosas que parecieran más difícil de sobrepasar para mi que otras, he visto una y otra vez que el tamaño del reto está en los pensamientos de la persona. Dónde ponemos la línea entre fácil de manejar y difícil de soportar es sorprendentemente arbitrario, y puede incluso cambiar momento a momento y día a día. La vida diaria de alguien puede ser el sueño de otra persona; el más grande reto de alguien puede ser la vida diaria de otra persona.

Eso no quiere decir que si en este momento estás sufriendo o estás experimentando dolor tan sólo debes sobreponerte a ello. Nada es de menos ayuda ni más molesto que el que alguien nos señale que “es sólo nuestro pensamiento” cuando estamos perdidos en medio de él. Pero podemos consolarnos en el hecho de que esto también pasará – no porque sea lindo creerlo, sino porque la naturaleza misma del pensamiento es temporal y la naturaleza misma de la paz es permanente, penetrante y presente.

Con todo mi amor,
Michael.

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