MNCT 992 – La Paz Mental, Revisada

MNCT 992 – La Paz Mental, Revisada

“Si supieras quién camina junto a ti en el camino que has elegido, el miedo sería imposible.” 

– Un Curso de Milagros

Ha como seis semanas, estaba tumbado en una playa de Florida y se me ocurrió una pregunta un tanto esotérica:

“Si la paz mental es un objetivo digno, ¿qué nos conviene más hacer para poder alcanzarlo: cultivar un sentimiento de paz o un entendimiento más profundo de la mente?”

Ahora, me queda claro que es una dicotomía falsa – algo así como tratar de elegir entre tener cara o estómago – pero estaba lo suficientemente intrigado como para dedicar un poco de  mi tiempo en la playa a rebotar la pregunta en mi cabeza.

Lo primero que pude ver es que me he estado preguntando variaciones de esta  misma pregunta por más de 30 años, desde la primera vez que sentí la brisa al cerrar la puerta de mi refrigerador y tuve un sentimiento de paz que no he podido olvidar.  Después de tratar de recrear el sentimiento abriendo y cerrando refrigeradores por todos lados y fallando miserablemente (realmente me encantaría estar bromeando), me embarqué en una misión psico-espiritual para entender de dónde venía ese sentimiento de paz y cómo podía experimentarlo más veces.

Esa búsqueda me llevó a estudiar Zen y otras religiones orientales, curación espiritual y metafísica, Programación Neuro Lingüística y psicología positiva.  Para mi sorpresa, la parte de “buscar” terminó cuando me encontré con los 3 Principios del entendimiento de adentro hacia afuera a finales del 2007 y tuve una revelación del bienestar innato que habita el corazón de todo ser humano.  En cada paso del camino me encontraba dividido entre el cultivar el sentimiento directamente y el ganar profundidad en el entendimiento del funcionamiento de la vida, esperando que eso me sostuviera cuando el sentimiento mágico de paz me volviera a abandonar.

Este dilema aparente parece estar presente y vivo en el trabajo de Syd Banks, el iluminado soldador escocés que estableció el marco de que hay únicamente tres principios fundamentales detrás del telón de todo.  Señalaba el vivir en un sentimiento  hermoso como la manera de vivir una vida más enriquecedora, pero también como una finalidad en sí misma.  En uno de sus primeros cassettes que escuché decía: “Si estás manejando mientras escuchas esto y te encuentras inmerso en un hermoso sentimiento, saca el cassette, tíralo por la ventana, y quédate con el sentimiento.  El sentimiento contiene información dentro de él – te enseñará todo lo que necesitas saber acerca de la vida.”

Sin embargo, en muchos de sus escritos y grabaciones más tardías habla de la importancia de entender la naturaleza de Mente, la naturaleza de Conciencia y la naturaleza de Pensamiento como un camino hacia lo divino – una empresa que suena mucho más intelectual y que apela más fuertemente a mi mentalidad tipo “si no puedes explicarlo, no existe”.

Así que, ¿qué camino debía seguir, si ni siquiera los gurús y guías del camino se podían decidir por uno?

Antes de volverme completamente loco, fui a dar un paseo por la playa, puse mi atención en las olas y dejé que mis pensamientos vagaran libremente.  Entonces, como pasa a menudo, algo completamente nuevo y fresco me vino a la mente…

Si hay una Mente universal detrás del girar de los planetas, detrás de lo que guía a los animales salvajes a un manantial, detrás del latir del corazón de todo lo que vive, entonces probablemente no me toca a mi resolver ni qué voy a cenar mañana ni los misterios del universo.  Si necesito saberlo, lo sabré; si no necesito saberlo, no lo sabré.

Desde ese momento he estado en un sentimiento de paz extraordinario, aún inmerso en muchas situaciones de no poca dificultad en mi vida diaria.  El sentimiento parece ser más estable de lo que ha sido en el pasado – menos “va y viene” y más como un compañero constante.

Reflexionando al respecto junto con un par de colegas en esta última semana, he visto que la diferencia es cuestión de atribución.  En el pasado, le atribuía estos periodos de paz a la gracia – momentos de deleite que parecen regalos de lo divino cuando me encuentro en un cuadro de referencia espiritual y felices accidentes cuando no.  Por muy agradecido que me sintiera por cada momento que podía pasar experimentando estos sentimientos, no me parecía que tenían nada que ver conmigo – simplemente o los estaba sintiendo o no.

Hoy en día, me da la impresión de que estos sentimientos de paz son un efecto natural de ver que la mente profunda está siempre presente, 24/7, y que no sólo me está apoyando siempre, sino que es parte misma de quien soy.  Y cuando me estoy sintiendo temeroso o inseguro, es porque he perdido de vista de ello y he vuelto a pensar que debo lidiar con toda esta “vida” yo solo.

En este sentido, la paz Mental no viene y va a voluntad – responde 100% a nuestro reconocimiento del orden natural de las cosas.  Al caer en cuenta de que lo único contra lo que podemos enfrentarnos en cualquier momento es el sentimiento de inseguridad de nuestros pensamientos cambiantes, disfrazados como miedos y un mundo incierto, también podemos ver de qué estamos hechos en realidad – la energía e inteligencia de la vida misma.

Con todo mi amor,

Michael

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